Un sueño que parecía inalcanzable...

Observaba el agua caer desde ese sexto piso. Asomada a la repisa de la gran ventana de su ático veía todo mucho mas claro. Era su rinconcito para reflexionar. Miraba años atrás y se daba cuenta de todo lo que había cambiado su vida. Publicar ese libro fue lo que le dio fuerzas para seguir adelante. Por que la verdad es que nunca había creído en el talento que realmente tenía, pero,¿Qué hubiera sido de ella si no lo hubiera arriesgado todo? Quizá seguiría viviendo con sus padres en ese minúsculo piso, y viviría día a día consumida por su rutina. Hizo bien en no escuchar las palabras que la gente de su alrededor le decía. Unos pocos la apoyaban, pero otros muchos intentaban hundir todo lo que tanto esfuerzo le costó conseguir. Aun recuerda las palabras de su profesor de literatura, ese que le ofrecía su apoyo incondicional y creyó en ella en todo momento; Con tu imaginación haces soñar a mucha gente, jamás les quites ese privilegio" Se había convertido en una de las personas mas importantes en el mundo de la escritura, y eso la llenaba de vida. No había cosa mas placentera que sentarse frente su ordenador y dar rienda suelta a sus palabras. Persiguió, luchó, y consiguió cumplir su sueño, algo que todos deberíamos hacer. Ella si que es un ejemplo a seguir.

Viejos recuerdos...

Nunca había sentido algo parecido. Las olas del mar chocaban contra sus pies, el agua era fría pero a la vez cálida. Relajante e inolvidable, así lo definiría ella. Agarraba su mano con fuerza, y miraban hacia el horizonte.

Sentada en el sofá añora aquellos tiempos tan lejanos. El tiempo en el que el aun no la había abandonado. Observando sus manos se da cuenta de todo lo que trabajó para poder llenar de riqueza a los suyos, y ahora, ahora solo es una mujer que arrastra su avanzada edad a cada paso que da, y espera su hora con firmeza.

Aquella enfermedad no sólo se lo llevó a él, si no a ella en vida también. Un maldito cáncer le robó lo que mas quería en la vida. Sabe que sólo le queda mirar fotos antiguas y recordar, mientras su vieja mente le deje, lo feliz que fue durante esos años.

Espera poder verlo una última vez allí dónde esté.

La chica de la ventana..

¿Sabes? De pequeña siempre me encantaba mirar por la ventana, ver a la gente pasar, familias unidas, parejas demostrándose su amor.. Sentir el frío, el calor. Observar como caía la lluvia o la nieve. Siempre iba acorde con el tiempo. Recuerdo que durante un tiempo la gente que pasaba habitualmente me llamaba la chica de la ventana. Lo que no sabían es que esa chica, no tenía otra forma de mirar la vida. Estaba encerrada por el miedo, sumergida en una burbuja que, la ahogaba. Siempre con una sonrisa, aunque su  dolor era tan grande que sólo podía pensar en el. 

En el día de hoy, esa chica puede sentir la lluvia caer en su rostro, agarrar los copos de nieve y sentir el frío que transmiten. Puede vivir sus propias historias de amor, y sonríe aunque el cielo esté nublado. Luchó, y consiguió salir de su burbuja.